Discriminación de género

Problema 2: Discriminación de género

Según (Kagan2009, 2-5): las ciencias sociales predicen y explican las conductas humanas y los estados psicológicos; las humanidades comprenden las reacciones humanas y los significados en función de la cultura, la época histórica y la historia vital.  Lo que lo lleva a señalar que los valores éticos y las condiciones sociales producidas por acontecimientos históricos inciden de una manera alta en las ciencias sociales, y muy alta en las humanidades.

Así las cosas, la discriminación de género como grave y ascendente problema,  nos indica que la pérdida de valores éticos incide de manera nefasta en nuestra sociedad, quizás el ejemplo que recibimos no fue el mejor, quizás hace falta instaurar una verdadera cultura de lo moral y lo ético, o tal vez a quienes nos gobiernan no les conviene hacerlo. 

El adquirido sentido de dignidad, cuando no es respetado por los otros, produce la humillación que impele al homoreciprocante a luchar por el reconocimiento.(Cortina, Adela, 2013).  El respeto por el otro siempre debe ser una consigna del ser humano, y su no aplicación sin duda alguna, lo degrada y hace su vida menos feliz.

“La pobreza, las precarias condiciones del empleo, la informalidad social, la corrupción y el clientelismo como una forma perfeccionada de vasallaje, destruyen cualquier posibilidad de tener una comunidad política de ciudadanos”. (Uribe Ignacio, 2011)

El siguiente enunciado: “La ciudadanía se tiene o no se tiene y su posesión es una conquista” (Gómez Esteban 2009 212), valida que todo ciudadano tiene iguales deberes y derechos, entre otros, a aspirar a cargos públicos en igualdad de condiciones, donde no deben mirarse por su género ni otra condición, sino como ciudadanos de un país.

La profesora Cortina prefiere exigir al Estado que garantice las condiciones materiales basicas (la justicia a la que apela con su famosa Ética mínima, compuesta principalmente

por los derechos fundamentales) para proporcionar a la ciudadanía un bienestar basico, mas o menos objetivable, que empodere a cada cual para escrutar su camino a la felicidad, su ética de máximos.

Por: Reynaldo Valle